Las actividades rutinarias y burocráticas de una comunidad de vecinos requieren toda la atención y, a menudo, el presidente de estas no puede manejarlas solo. Por ello, la contratación de un administrador de comunidades de propietarios es fundamental para una gestión más eficiente.
A la hora de contratar una empresa especializada en la gestión de comunidades, ya sean comerciales o residenciales, es necesario prestar atención a algunos detalles. Por eso, es importante saber elegir un buen administrador de fincas.
A continuación te damos numerosos consejos para saber cómo elegir un buen administrador para tu Comunidad de Propietarios. ¡Sigue leyendo!
Consejos para elegir un buen administrador de fincas
Búsqueda de la mejor opción
¡Busca bien! El mercado ofrece varias opciones para los administradores de comunidades y necesitas encontrar cuál se adapta mejor a las necesidades de tu comunidad.
Presta atención a la historia de la empresa, los servicios que ofrece y lo que te aportaría de diferente manera.
Fíjate bien si son colegiados (¡Nosotros lo somos!), las leyes cambian constantemente y por ello los administradores deben estar al día de estas.
Su reputación
Mira cómo se comporta la empresa ante las quejas para que luego no tengas dolor de cabeza con la atención al cliente. ¿Cuáles son los canales de atención y servicio al cliente que ofrece? ¿Cuál es el tiempo promedio para resolver problemas? ¡La experiencia es clave!
Otro criterio importante a la hora de contratar a un administrador es considerar las opiniones de otros clientes. También debes poner atención en los clientes que tienen, si sólo trabajan con comunidades grandes y la tuya es pequeña, quizá no ponga tanta atención en tu comunidad.
Si actualmente no estás satisfecho con la gestión de tu Comunidad, te damos los pasos para cambiar de administrador de fincas. ¡Supervecina te acompaña en todo el proceso de cambio! Además, te ofrecemos todos los modelos de convocatoria y actas de manera totalmente gratuita.
Su tecnología
Vivimos en una era tecnológica , por lo tanto, es fundamental buscar empresas que ofrezcan un medio de seguimiento de los servicios prestados: ya sea un portal o una aplicación .
Los recursos tecnológicos optimizan los procesos de la comunidad. Cuanta más transparencia para los vecinos y menos burocracia para el presidente, mejor.
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Su precio
Selecciona entre tres y cinco empresas y solicita presupuestos. Compara los precios con los paquetes de servicios ofrecidos, pero no te dejes engañar. Ten cuidado con los administradores que ofrecen un servicio muy barato, ya que luego puede ser mucho más caro.
Una buena empresa generalmente ofrece una buena relación calidad-precio. Un administrador cobra una cantidad anual por el número de vecinos. Puede haber grandes diferencias de precios entre las empresas. No tiene por qué ser mejor un precio más caro, ni tampoco quiere decir que implicará una mayor dedicación.
Sin embargo, un precio muy bajo podría significar que el administrador busca tener mucho volumen de clientes, y por lo tanto tendrá poca dedicación para ti.
Tienes que buscar un equilibrio, y, por supuesto, no dudar en comparar. Mejor pagar un poco más y tener un profesional que conseguirá grandes ahorros para tu comunidad, que pagar poco y luego arrepentirte.
Tiempo para pensárselo
Ya seleccionaste las empresas candidatas y solicitaste los presupuestos, ahora evalúa cuál se adapta mejor a tu comunidad. Nuevamente, recuerde no solo considerar los precios, sino también los servicios ofrecidos.
Te aconsejamos que actúes con muchísima profesionalidad y que, en esa elección, des cabida al presidente e, incluso, al máximo número de propietarios de la comunidad que busca el servicio. Lo más recomendable es que lo lleves a la junta.
De esta manera, tú les das diferentes opciones y ellos son los que toman la decisión final. Así, la elección se habrá hecho entre todos y luego no podrán echarte la culpa ante una mala praxis ni pedir tu cabeza como chivo expiatorio ante un problema.
Para hacer una evaluación más precisa, contacte de manera más personal. Ponte en contacto con las empresas o sus consultores, evalúa su estructura, la forma de trabajar, las formas de cobro y la relación interpersonal con los clientes.
