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Un edificio sostenible tiene aspectos muy positivos para una comunidad de propietarios, mejorando el medioambiente, la salud y la economía doméstica incluso. Descubre de qué maneras podéis conseguirlo.
¿Qué emisiones suele producir un edificio como tal?
Probablemente no somos conscientes de hasta qué punto un edificio como en el que vivimos puede perjudicar al medio ambiente. La media de emisiones y gastos que un edificio produce son las siguientes: los edificios suelen consumir un 60% de la energía global; un total de un 25% del agua potable; un 40% de la energía primaria; un 40% de las emisiones de CO2; y un 20% del total de agua contaminada.
Un edificio “neutral de emisiones” minimiza el gasto de energía hasta un 30%; un 35% las emisiones de carbono; hasta un 50% el consumo de agua; e incluso hasta un 90% de ahorro en el consumo de desechos. Hoy en día, existen soluciones viables para conseguir que un edificio sea sustentable, minimizando el uso de esa energía hasta un 30% por medio de la automatización. De manera inteligente, podemos darle a los recursos un uso completamente inteligente, usándolos únicamente cuando sean necesarios.
¿Cómo hacer de tu comunidad un edificio sostenible?
Un edificio comunitario de estas características es creado de manera que con su período de vida, acabe siendo amigable con el medio ambiente, teniendo en cuenta su proceso de construcción desde un principio y su modo de mantenimiento.
Teniendo en cuenta el ámbito de la construcción, lo más conveniente es llevar a cabo los procesos de obras con materiales aislantes más optimizados, aprovechando de igual manera la radiación solar (como con las persianas exteriores). Del mismo modo, sería conveniente sacar provecho de las corrientes de aire y utilizar al máximo materiales reciclados.
Siguiendo con el aspecto de la construcción podemos añadir que: se debe anticipar el sitio de construcción de manera sostenible y neutra de emisiones; y se debe mirar por la reutilización y optimización del agua y la energía, aprovechando recursos renovables.
Ejemplo práctico
Para conseguir que un edificio sea neutral y sostenible existen diferentes maneras. Hablaremos de un ejemplo en concreto:
Se puede proceder a la instalación de un equipo de supervisión y software que realice análisis. Este nos puede otorgar una información de gran relevancia sobre el consumo energético y las operaciones que repercuten a ello. Siendo la parte de análisis un indicador de energía que nos permita encontrar eficazmente los peaks de consumo y las pérdidas de energía.
Al hacer del edificio una construcción sustentable, conseguiremos un gran beneficio medioambiental, reduciendo el impacto que se causa por consumir recursos naturales. Otro aspecto positivo vendría directamente relacionado con el ámbito de la salud. Si la edificación es sostenible, se mejora la calidad de vida de los vecinos, favoreciendo su bienestar, su comodidad e incluso el desarrollo de infraestructuras locales.
Para que una comunidad sea sustentable y neutral de emisión, el primer aspecto a contemplar (sobre todo si es una edificación de nueva construcción) es el diseño del mismo. Teniendo en cuenta este detalle, se puede llegar a ahorrar hasta un 50% de energía si se diseña de manera optimizada.
Un hecho que te puede sorprender, es que ⅕ de la energía de una ciudad se consume por los edificios. Por ello, el correcto control sobre los mismos puede acarrear un ahorro importante, además de disminuir las emisiones de carbono a largo plazo.
Proceso para llevarlo a cabo un edificio sostenible y sus beneficios económicos
Para poder realizar este proceso de mejora, se puede implementar mediante una entidad financiera o incluso a través de la empresa de servicios energéticos. Algunas veces el retorno de inversión para estos procesos es inferior incluso a los dos años. Dependerá mucho de la antigüedad del edificio, y de si es más o menos tecnológico.
Un aspecto económico positivo es que el propio edificio puede revalorizarse en un 7,5%, afectando incluso al aspecto de la renta de un piso, favoreciendo su valor en un 3%. Además, de que a ojos de las aseguradoras se disminuyen en gran medida los riesgos.
En definitiva, usar este sistema más eficiente para conseguir tu comunidad neutral, conducirá a los propietarios a una mayor rentabilidad de manera general.