Instalación de energía solar térmica para ACS en viviendas y comunidades de vecinos

En este artículo trataremos de explicar en qué consiste una instalación de energía solar térmica para la obtención de agua caliente.

Instalación de energía solar térmica para ACS en viviendas y comunidades de vecinos

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El agua caliente sanitaria (ACS) es agua potable que ha sido calentada y destinada al consumo humano. Se utiliza para usos sanitarios (baños, duchas, etc.) y para otros usos de limpieza (fregado de platos, lavadora, lavavajillas, fregado de suelos). El agua caliente de uso sanitario supone cerca del 25% del consumo energético de una vivienda. Es por ello que la energía solar térmica constituye un interesante capítulo de ahorro.

¿Es obligatorio instalar energía solar en una comunidad de vecinos?

Desde el año 2006, el Código Técnico de Edificación (CTE) establece un mínimo de aporte solar para producir agua caliente sanitaria ACS. Y todos los edificios de nueva construcción y rehabilitaciones de edificios existentes en los que exista una demanda de agua caliente sanitaria y/o climatización de piscina cubierta han de cumplirlo. Sin embargo, este mínimo aporte que establece la norma puede disminuir cuando se cubra la demanda con otras fuentes renovables, cuando las instalaciones resulten demasiado grandes o técnicamente inviables, cuando el edificio no cuente con suficiente acceso al sol o cuando existan limitaciones no subsanables. Por ejemplo, el porcentaje de agua caliente que debe ser cubierto mediante este sistema es variable. Y la exigencia legal es más baja para el norte del país donde se recibe menos sol que en el sur.

Aunque la instalación de energía solar es obligatoria para edificios nuevos, todos los inmuebles construidos con anterioridad al 2006 no la tienen. Sin embargo, las comunidades de propietarios que no cuenten con esta instalación pueden aprovecharse también de la energía solar gracias a las subvenciones que otorgan las distintas comunidades autónomas para la instalación de sistemas de energía solar para la producción de agua caliente.

En cuanto a la realización de la obra en la comunidad de vecinos, es imprescindible exigir siempre un contrato en el que figure con claridad el precio total y las partidas correspondientes a mano de obra y materiales. También deben entregar una memoria técnica, un manual de operación y mantenimiento de los sistemas y detallar claramente en qué consiste la garantía.

Por otra parte, también es aconsejable contratar un mantenimiento periódico preventivo de la instalación para evitar problemas de funcionamiento en el futuro. Y acudir al ayuntamiento para informarse de las subvenciones locales, autonómicas y estatales de las que podría beneficiarse el inmueble. No hay que olvidar que la vida útil de una instalación solar es de más de 25 años, así que teniendo en cuenta que la amortización habitual está entorno a los 12 años, está claro que la comunidad de propietarios podría tener agua caliente gratuita durante muchos años.

¿Quieres conocer el presupuesto aproximado de la
instalación de energía solar para el agua caliente?

¿Cómo funciona una instalación de energía solar térmica para obtener el agua caliente de una vivienda?

Básicamente, un sistema solar para producción de agua caliente sanitaria se compone de un colector o panel solar y un depósito de almacenamiento de agua.

El funcionamiento es bien sencillo: el agua del depósito se hace circular por el panel donde es calentada por la radiación solar que incide sobre el mismo.

Los colectores deben de estar orientados al sur o al norte en el hemisferio sur. Hay que tener especial cuidado para que no arroje sombras sobre los edificios colindantes o el propio edificio durante el recorrido del sol a lo largo del año. Para aprovechar al máximo la captación solar, los colectores se dispondrán formando con la horizontal un ángulo igual a la latitud del lugar. En el caso de que se desee disminuir la captación en verano y aumentarla en invierno, se puede inclinar el colector más hacia la vertical (se admiten desviaciones de ± 10º), pero perdiendo captación a lo largo del año.

Tipos de captadores o paneles

Existen distintos tipos de captadores, dependiendo de si se trata de instalaciones térmicas solares de baja, media o alta temperatura.

• Captador solar plano. Es el más extendido, se pueden obtener aumentos de temperatura de 60 °C a un coste reducido. Se utiliza en plantas solares térmicas de baja temperatura.

• Captadores solares térmicos no vidriados. Es frecuente para calentar el agua de piscinas y son más económicos que los captadores solares planos. El aumento de temperatura es bajo, en torno a los 30 °C.

• Captadores solares de vacío. Son tubos de metal que recubren el tubo metálico que contiene el fluido de trabajo dejando entre ambos una cámara que actúa como aislante. Tienen un rendimiento muy elevado, pero su costo también es elevado.

• Captadores solares con sistemas de concentración de la radiación. Se utilizan para instalaciones que requieren temperaturas más elevadas. Se utilizan paneles en formas parabólicas o semicilíndricas.

• Captadores solares térmicos con sistemas de seguimiento de la posición del sol. Su posición va variando a lo largo del día para mantener una posición perpendicular a la radiación solar recibida.

¿Por qué se necesita un depósito acumulador?

La radiación solar que se recibe la determina el ángulo que forman los rayos solares respecto al suelo. En verano el sol se encuentra más perpendicular respecto al suelo que en invierno, de modo que en verano recibimos más radiación solar.

Por esta razón una instalación no puede calcularse para pretender obtener toda la energía que necesita del sol, puesto que si fuese suficiente en invierno, en verano sería excesiva, y el agua acumulada se calentaría a temperaturas no deseables. Este tipo de instalaciones necesita un acumulador de agua para que el agua que se va calentando se vaya almacenando en un depósito bien aislado para que pueda utilizarse cuando se necesite.

Energía auxiliar

Para obtener un mayor confort y calidad, se precisa una temperatura ideal de salida del agua caliente entre 37ºC y 42ºC.

La energía que se necesita para calentar agua hasta una determinada temperatura viene determinada, entre otras cosas, por la temperatura del agua antes de calentarla. En invierno el agua que viene de la red suele estar más fría, por lo que se necesita más energía que en verano. Como ya hemos comentado anteriormente, no es económico ni práctico hacer una instalación que pueda proporcionar en cualquier momento la energía necesaria para el calentamiento del agua, por lo que hay que añadir a este sistema una energía auxiliar.

El sistema auxiliar es un sistema instantáneo de calentamiento de ACS según demanda, que recibe agua a la temperatura precalentada por la instalación solar en lugar de a la temperatura que tiene la de la red. En ciertas épocas, por ejemplo, en verano, puede ser ya la temperatura de distribución, por lo que no se necesitaría el sistema auxiliar. Debe haber un depósito para el agua calentada por la instalación solar y recalentarla por el sistema auxiliar.

Si se utiliza un calentador instantáneo tiene que ser modulante, para que module la llama del quemador dependiendo de la temperatura del agua que llega, de forma que siempre se llegue a la temperatura máxima. Así, cuando el agua llega a la temperatura de consumo o cercana, la llama del calentador será nula o muy pequeña.

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¿Qué ventajas económicas y sociales aporta una instalación de energía solar térmica a una vivienda?

La inversión inicial de una instalación de estas características será mayor que para un sistema de suministro energético convencional, pero, por otra parte, el coste de funcionamiento durante los más de 25 de años de vida de una instalación de energía solar térmica es irrelevante comparado con el coste derivado de la compra de combustible o energía eléctrica, reparaciones y mantenimiento asociados a un sistema energético convencional.

Como obtendríamos energía del sol, nos ahorríamos la energía eléctrica correspondiente o la energía que habitualmente se obtiene quemando combustible en una caldera. A esto se suma el período de amortización del coste de la instalación que puede oscilar entre los 5 y 12 años dependiendo del tamaño de la instalación, de las ayudas obtenidas a fondo perdido, del lugar donde se instale y de las necesidades del usuario.

Por lo tanto, a las ventajas económicas y al bajo coste de mantenimiento en relación a los sistemas convencionales hay que añadir las ventajas medioambientales, ya que, como término medio, un m2 de captador solar térmico es capaz de evitar cada año la emisión a la atmósfera de una tonelada de CO2.

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